sábado, 21 de abril de 2012

El Milagro de los Siete Templos

Mi Corazón

Yo estaba abrumado, endurecido completamente como una roca difícil de trabajar, aun teniendo las herramientas era difícil de esculpir, estaba lleno de capas de odio, deseos de muerte, cobardía, ira, enojo, mentiras, indignación, traición, hipocresía, locura, deshonra, ambición, ansias de poder, frustración, desamor e infelicidad; todos esas cosas hacían de mi inútil, sin progreso alguno, por sentir todo esto renegué de Dios porque lo sentía olvidado de mi, y la iluminación del Buda cada vez se opacaba mas y mas dentro de mi en realidad, era un hombre sin nada había dejado mi formación inicial enterrada bajo el estiércol y allí olvidada, aun sabiendo que la necesitaba no me atrevía a recogerla y limpiarla. Coloque resistencia a toda palabra, a todos cambio, para no volver a ser lastimado, se de nuevo me volvía amoroso y correcto.    
Con mi pareja no me he sentido a gusto desde hace mucho tiempo, debido a su traición, la traición de su familia y amigos, eso me llenaba de ira cada día mas, y era incomprensible estar juntos, si todo era el polvillo de una simple ilusión tan adversa que ni siquiera tiene algo de sentido. Tanto ella como yo sufrimos por esto, ella quizás deje pasar cada una de esas cosas y olvidar pero yo no lo podre hacer nunca de eso estoy muy seguro, pero un así no nos separamos y seguimos sufriendo porque no estamos haciendo lo correcto para ningunos de los dos, mis lagrimas han estado suprimidas durante mucho, lagrimas de verdad y amor, es difícil creer que un alma tan noble como la mía se hubiese vuelto nada poco a poco solamente por fijarse en las pequeñas migajas que la tierra me ofrecía, cayendo en el pecado una y otra vez en pecado, sin respeto alguno, desvalorizado, sin moral que seguir. Todo era incorrecto.

Al llegar la semana santa opuse un poco de resistencia y mostré sequedad, para mi eran solo otras vacaciones mas, llenas de tradiciones sin fe, pero algo me hizo cambiar con el paso de los días, y fue increíble la manera tal sutil en que ocurrió. No pensé que una pequeña reunión familiar me alegrara un poco y me colocaría a disposición y servicio, fue así y disfrute el diligente; el acompañar a mi madre es una de las cosas más hermosas que siempre he hecho, ya que ella es el más grande tesoro, mi adoración, estar a su lado es cambiar, ella es el reflejo de la Virgen María. No tenía pensado ver alguna obra de Jesucristo este año pero el amor incondicional de mi madre me hizo asistir una vez más a ello sin importar lo que me pudiera ocurrir.

Siempre he sido un hombre solitario, de pocos amigos, en silencio, inteligente, pacifico, leal, eso me ha caracterizado por mucho tiempo y me hace especial en todos los sentidos, capaz de cautivar a cualquier persona en tan solo poco tiempo, pero aun así  me puedo decepcionar tan rápido sino recibo lo que realmente merezco (respeto y lealtad). He podido hablar pero casi nuca toman notas de los consejos que pueden solucionar los problemas de la vida, y todo sigue siendo miserable… Todo seguía así hasta la visita de los siete templos.

Cuando Salí de mi hogar en compañía de mi madre, en el camino me encontré con la inconsciencia de la gente, con el maltrato de la vida a través de los vicios populares, con el mal comportamiento y la desidia de un pueblo que se ha olvidado de su origen, lo critique porque a pesar de que alguien haga una obra buena para mejorar la vida, ellos siempre lo patearan como en algún momento lo hicieron con Cristo, eso me dejo muy claro que a pesar de todos estos hay que avanzar hacia una felicidad bastante personal; siempre en el camino se encuentra algún amigo que te alegre la vida y te regale una sonrisa capaz de llevarla grada en la mente todo el día para así saber que no estás solo, en este peregrinar.

El Primer Templo
Me encontraba muy perturbado con el escándalo de la feligresía, con sus cantos y oraciones aparentes y nada meditativo, lo que me hizo recordar que así de perturbada estaba mi alma y no había ni siquiera un poco silencio, ni tranquilidad para escuchar los designios de este magno universo sobre mi vida, siempre hablo y hablo, pero casi nunca escucho, tengo mil razones para refutar pero me olvidaba de las simples y cómodas palabras que alguien pudiera decirme para sacarme una sonrisa en toda esa amargura que estaba en mi.
Este primer templo, fue mi base para desprenderme un poco de la ira, del rencor, para tomar consciencia de mis acciones, para reflexionar sobre el medio que me rodeó durante ese momento, para optar por una confesión y sobre todo perdonar para ser perdonado, pero manteniendo mi firmeza para no ser nuevamente el instrumento de juego de alguien. Aquí también observe un bello monumento floral blanco e iluminado, precioso, pero entre todas esa hermosura había una flor marchita, opaca, sin luz, indicando que todo lo perfecto también tiene su impureza y que esa manchan es lo que nos hace seres humanos nobles humildes y bondadosos… A pesar de las cosas observadas aquí y las reflexiones hechas me mantuve rígido ero con intensiones de cambio.

El Segundo Templo
Ya completamente dispuesto y abierto de corazón pise esta segunda morada de Dios para orar y disponer de mi vida con facilidad, me senté frente al sagrario adornado con los signos del cuerpo y sangre de Cristo, y de repente empezaron salir discretamente lagrimas de mis ojos, hace mucho tiempo que no lloraba frente a la acción divina, ofreciendo mi vida para que sea prospera por los caminos del bien, mi familia para que se restaure y se mantenga firme en la unidad, por mis amigos, siempre unidos y leales a mi persona, las experiencias vividas en el tiempo y devocionados a su familia, ofrecí mi labor en este mundo, ya que quiero ser un ser que deje huellas imborrables. Dentro de mí comenzó un gran cambio y sentí que mi corazón se ablanda, se removieron algunas vendas de allí, y también se comenzó a quitar parte de la armadura impuesta para no ser lastimado, lo más curioso de todo fue que mi madre estaba a mi lado, así como la Virgen María estuve al lado de Jesús… Fue muy agradable esa comparación.

Por más que me caiga, por mas este golpeado, abandonado, pobre y miserable, mi madre jamás me abandonara porque yo soy su hijo sangre de su sangre, y de ella he heredado el sentido de la lealtad y el amor incondicional, ella es mi fiel amiga y compañera en esta vida hasta que la muerte no llegue, y aun así seguir honrándonos.

El Tercer Templo
Aquí ocurrió lo más inesperado del día, lo que hace muchos años, no pasaba ni siquiera por la mente. Al disponerme para la oración observe muy detenidamente el altar con su simbólico cordero degollado para perdón de los pecados, adornado con unas rosas hermosas, cuando de repente vuelven a salir lagrimas de mí y yo queriéndolas ocultar en mi silencio, en mi estática convencional y una voz me dijo: “Lo que estás haciendo está mal, eso no fue lo que te enseñaron tus padre, tus maestros, ni formadores, ni tampoco fue para lo que yo te cree”… En realidad esto e impacto,  pero no termino allí, esa voz siguió hablando: “¿Has sido sincero por lo menos contigo mismo? ¿Has seguido tus reglas morales para ser un ser mejor? ¿Eres Feliz? Yo quiero que seas feliz, y estas sufriendo mucho por acciones inadecuadas, recuerda que yo morí por ti, para que fueses feliz y pudieras venir a mí con amor para la vida eterna, se libre y capaz de encontrar la verdadera felicidad ya no seas esa ave que solo picotea las migajas que están en el suela y recuerda que tienes que volar para alcanzar tus sueños”.

Estas palabras me conmovieron mucho y me hicieron moverme fuera de la iglesia, me urgió confesarme, arrepentirme de mis pecados y faltas, pero fue imposible, ya que el sacerdote no estaba dispuesto, pero que mas sacerdote que el mismo Jesucristo para perdonar los pecados y transformarte desde adentro con su santo espíritu y unción… Ya estoy perdonado, puedo avanzar al próximo templo.

El Cuarto Templo
Estuve nuevamente perturbado y no encontraba tranquilidad todo era abrumante pero de una manera distinta, ya existía un cambio en mi y esta perturbación era una reflexión sobre mi comportamiento actual y la acción de vida que tenia, en realidad no me lograba concentrar porque la juventud presente en este templo gritaba a toda voz su deseos y pecados, cuando realmente debe existir el silencio en un momento tan ideal de nuestras vidas, así como en muchas otras cosas; también estuvo la tecnología, la misma que he usado ambiciosamente para salir adelante, pero simplemente todo esto era el reflejo de todo aquello que ocupa abundantemente mi vida y me aparte de lo fundamentalmente esencial para la vida de todo ser humano (Dios), y aunque muchas veces haya renegado de mi fe, siempre estuvo a mi lado para darme más fuerzas, no importando que tan malagradecido que fuese.


El Quinto Templo
Ya había marcado una trayectoria firme y decidida en mi propósito de cambiar por completo una vez más, y ser tan moral como pudiera, como mis padres me enseñaron, ya más relajado mi cuerpo entro en un descanso consciente, enérgico, sin decaimientos, sin desmayos, fortalecido en todas la formas mi cuerpo y mi mente pedían mas y mas ese día, pero no podía ser tan individualidad, estaba al lado de mi madre, y he de acompañarla, no abandonarla, le sonreí, seguimos caminado muy llenos de alegría, por casi nuestro recorrido terminaba y estábamos alegres.

El Sexto Templo

La ignorancia de las gentes se convierte en una falta de respeto para el mundo, no se puede estar en un templo haciendo uso indebido de la tecnología, ya que estás en un momento de meditación profunda para convertir tu vida en algo absolutamente nuevo y confortante. A pesar de que la falta de iluminación abunde siempre existe la lucha interna por la paz y la luz que solo Dios y Buda aportan a todo ser viviente.

El Séptimo Templo
Hemos logrado una victoria indudable, aquí ya mi cansancio se puede sentir, miro a mi madre agotada por completo, nuestra vida cambio por completo después de haber cumplido no solo con una tradición, sino con el sacrificio del cuerpo y alma de este día único en el año para conversión de todo ser humano en busca de paz. Logre ser alguien nuevo.